domingo, 8 de marzo de 2015

CONCIERTO BRANDEMBURGO NÚMERO V Concerto grosso. J.S. Bach



CONTEXTO HISTÓRICO:
El Barroco es un periodo internacional que se produce en todas las artes, desde el año 1600 (aparición de la ópera) hasta el 1750 (muerte de Bach). Viene precedido por el Renacimiento y sucedido por el Clasicismo.
Se caracteriza por el lujo y la ostentación, las melodías complejas y la aparición de contrastes.
J. S. Bach fue uno de los músicos y compositores más relevantes del barroco. Su obra es considerada como la culminación del arte contrapuntístico barroco. Destacan obras como El clave bien temperado, Pasión según San Mateo, las Variaciones Goldberg o los conciertos de Brandemburgo.
GÉNERO:
La obra es un concierto, la forma instrumental propia del Barroco escrita para un grupo de solistas y una orquesta, en la que se establece un dialogo o contraposición de planos sonoros, tímbricos y de otros elementos.
Se estructura en tres movimientos: allegro, lento y allegro; de los cuales nosotros comentaremos el allegro o primer movimiento.
Además, en los conciertos destaca el concepto de virtuosismo: se exige un gran virtuosismo por parte de los solistas con la realización de pasajes de extrema dificultad.
TEXTURA:
Nos encontramos ante una obra polifónica, en la cual se emplean sobre todo las texturas de melodía acompañada y contrapunto imitativo, aunque el acompañamiento tiene multitud de pasajes homorítmicos y homofónicos.
Por lo general, podemos clasificar la textura como melodía acompañada, siendo el solista (o grupo de solistas en este caso) quien realiza la melodía y el resto de los instrumentos y el bajo continuo el acompañamiento. La melodía acompañada es muy habitual en el barroco, y que es un periodo que tiende a la polarización, marcando mucho la diferencia entre la melodía principal y el acompañamiento. Un ejemplo más claro aún de esta textura la encontramos en la ópera, el género más importante del barroco.
Sin embargo, si nos fijamos únicamente en los solistas, veremos que realizan un contrapunto imitativo que podríamos llegar a tildar incluso de fugado, por el carácter que adquieren los temas al pasar de un instrumento a otro.

INSTRUMENTACIÓN:
Este concierto es interpretado por un grupo de solistas formado por flauta travesera, violín y clavicémbalo, y la orquesta formada por cuerda frotada: violín, viola, violonchelo y contrabajo.
Uno de los instrumentos más importantes en la obra es el clavicémbalo, ya que podemos considerar este concierto como uno de los primeros para clavicémbalo solista. Así, en la obra comienza ejerciendo la función de bajo continuo, mediante un bajo cifrado, para luego tomar el rol de instrumento solista con pasajes de gran dificultad.
El violín es el instrumento solista que comienza la pieza y melodía. De forma anecdótica, podemos comentar que en esta pieza únicamente se emplea un violín, tanto en la orquesta como en los solista; mientras que lo habitual era usar primeros y segundos violines en las obras instrumentales.
Por otro lado, la flauta travesera para al que se escribió esta pieza no es la flauta actual, sino una más corta y que tan solo se podía emplear en ciertas tonalidades. Es otro de los instrumentos solistas, que ejecuta con el violín imitaciones contrapuntísticas con un carácter casi fugados.
Finalmente, y como ya hemos comentado, la orquesta está formada por cuerda frotada, realizando el acompañamiento y bajo continuo.
ARMONÍA:
El concepto de tonalidad surgió en el Barroco, dejando atrás los modos medievales y renacentistas para pasar a las actuales escalas mayores y menores con su armonía tonal.
Así, gracias a la armadura de clave (dos sostenidos: fa y do) y a los acordes principales, podemos afirmar que este concierto está en Re Mayor.
Armónicamente, se emplean los acordes tonales para estructurar la obra; siendo Re Mayor la tónica, Sol Mayor la subdominante y La Mayor la dominante.
Para concretar, podemos analizar los primeros compases de la partitura, que comienza con el acorde de Re Mayor en estado fundamental tocado por el clave y un arpegio del mismo con semicorcheas en el violín, para luego descender la escala de re a mi sobre el acorde de dominante (La Mayor). Este mismo esquema armónico se repite en múltiples pasajes.
FORMA:
Es un concierto con forma de ritornello.
El ritornello abarca la música comprendida en los ocho primeros compases, y la obra se estructura de forma que quedan intercaladas las partes de ritornello y solista.
Es importante destacar que al final hay solo de clavicémbalo (de 64 compases) de extrema dificultad, tras el cual se vuelve a exponer el ritornello y finaliza la obra
RITMO:
La obra está escrita en un dos por dos, un tiempo de subdivisión binaria en la que la unidad de tiempo es la blanca. El tiempo es regular durante toda la obra, y no cambia de compás.
Podemos marcar que en la versión escuchada, el clavicémbalo da la sensación de acelerarse en su solo, sin embargo no encontramos evidencias claras de esto en la partitura.
Además, en cuanto a la agógica o carácter, el tempo es un allegro (100-120 aprox.) y se mantiene estable durante toda la obra. Tiene un carácter alegre y festivo, bastante elegante.
MELODÍA:
Consideramos como melodía la música comprendida en el ritornello e interpretada por el violin solista.
Es una melodía ondulada, si muchos saltos, basada sobre todo en arpegios y escalas de la tonalidad de Re Mayor, aunque  a mitad de la pieza aproximadamente modula a Si menor (relativo menor). Esta modulación podemos apreciarla gracias al carácter de la música como en la partitura, indicada mediante el sostenido en la nota la, sensible de Si menor, así como en el empleo de la escala melódica.
Cabe destacar además el motivo rítmico predominante es el formado por el arpegio de semicorcheas ascendente, primero en Re
La melodía se mueve por grados conjuntos en múltiples ocasiones, aunque encontramos algunos saltos de 4ª y 5ª, con cuenta con un ámbito melódico de 9ª (de la a si) bastante más amplio que en el renacimiento y edad media.

lunes, 27 de octubre de 2014

SEDERUNT. Organum quadruplum. Perotín.




Esta audición es el Sederunt de Perotín. Perotín fue un compositor medieval francés (sXII) considerado como el más importante de la Escuela de Notre Damme de París, y el autor de triplums y quadruplums, que constituyen lo más logrado de la polifonía eclesiástica. El Sederunt es una de sus obras más admirables: una composición a cuatro voces basada en el canto gregoriano “Sederunt Príncipes”

Es un órganum, una forma de polifonía occidental primitiva que alcanzó su apogeo en la Escuela de Notre Dame de París, centro del Ars Antiqua (sobre todo entre los siglos XI y XII). Está basada en la repetición paralela de la misma melodía, nota por nota, pero generalmente a una distancia de cinco notas (una quinta justa) más agudas. Este tipo de contrapunto primitivo también es llamado diafonía o paralelismo.

Nos encontramos ante un organum quadruple; en el cual aparece una voz más grave denominada tenor o vox principalis formada por las primeras notas del canto gregoriano “Sederunt Principes”, de forma que las notas son largas (llegando incluso a ocupar 30 compases), por lo que podría incluso llegar a parecer un bordón.

Sobre esta línea hay tres voces superiores (duplum, triplum y cuadruplum), encargadas de embellecer al canto llano, y conducidas la mayor parte del tiempo de manera homorítmica.

Es una composición interpretada  por un coro de voces masculinas, todas ellas de tenor. Algunas versiones doblan la voz más grave con bajos o incluso con un órgano. Las tres voces superiores, a diferencia de composiciones posteriores, se cruzan a menudo.

La armonía del Sederunt es modal. Si nos fijamos en los acordes de, por ejemplo, las sílabas “se”, “de”, “runt”, comprobamos que están formados por unísonas, cuartas, quintas y octavas.

A estos acordes se les ha llamado de quinta vacía, es decir, sin 3ª. El hecho de que la armonía de este organum carezca de terceras y de todo un sistema organizado de en acordes de tríada hace de esta música una obra con sonoridad arcaica, estática e incluso dura.

Puede considerarse a Perotín casi un “contemporáneo” de Stravinsky, porque fue ya a mediados del siglo XX cuando se volvió a programar en las salas de conciertos.

El modo en el que está basado este organum es nuestro modo menor, ya que se escucha claramente que la nota finalis es un Re y en la transcripción moderna encontramos un Si bemol en la armadura (armadura correspondiente a la tonalidad de Re menor)

Aunque en cierto sentido la voz principal del organum es la tenor, es decir, el canto gregoriano sobre el que se construye el edificio polifónico; consideramos que la melodía principal de esta obra es la que realiza el  cuadruplum o voz más aguda. Esta voz se conduce de manera homorítmica u homofónica con las otras dos voces organales, y tiene las siguientes características:

1)      Su perfil melódico es ondulado o suave. Podría incluso decirse que forma una onda suave sobre la nota Re.
2)      Si consideramos que el primer fragmento melódico acaba en el “compas” 13 (donde encontramos un pequeño punto de reposo) observamos que su ámbito es de 7ª.
3)      Su interválica está formada por grados conjuntos, con algunas terceras.
4)      Es una melodía muy melismática, ya quela mayor parte de las notas se hacen sobre la vocal “e”.

La rítmica de la melodía está basada en un modo rítmico o pié métrico: el anapeto o antidáctilo. Durante la Edad Media y posteriormente durante el renacimiento no existe la métrica como tal, es decir, la alternancia constante de un pulso fuerte y uno o más débiles. Sin embargo, la música del Sederunt está ordenada conforme a patrones o modos rítmicos, es decir, diseños rítmicos semejantes que en la mayor parte de la partitura las tres voces organales realizan a la vez, dando lugar a una textura homorítmica. 

El comienzo del organum ( corchea, negra, negra con puntillo ) sigue el diseño rítmico o modo rítmico anapeto o antidáctilo, indicado por el fraseo del editor. El Sederunt, aunque se organiza rítmicamente con algunos cambios de “compás” (no podemos hablar de compás claramente pues no tiene) posee una clara subdivisión ternaria.

El Sederunt no utiliza los principios compositivos generadores (repetición, contraste y variación), por lo que resulta difícil determinar la forma de este organum, ya que es una unidad completa en la que es difícil distinguir partes.

Pese a ello, podemos considerar una 1ª parte a la música escrita sobre la sílaba “se”, por varios motivos: la nota pedal es la misma (Re) hasta el cambio de sílaba y las tres voces organales se conducen de manera homofónica o vertical.

La 2ª parte está sobre la sílaba “de”. En esta parte el bajo cambia, de manera que el ritmo armónico aumenta y entre las tres voces organales se producen pequeñas imitaciones.

Por último, la 3ª y última parte la podemos situar en el cambio a la sílaba “runt”. Hasta ahora hemos escuchado un melisma polifónico sobre la “e”, y desde la sílaba “runt” se impone la sonoridad de la “u”. Esta parte es mucho más breve, muy homofónica y la encargada de cerrar el organum.

CANTIGA 166: COMO PODEN PER SAS CULPAS. Cantigas de Santa María. Alfonso X el Sabio.



Esta obra es una de las Cantigas de Santa María, concretamente la 166. Aunque las cantigas son atribuidas a Alfonso X el Sabio, no tenemos constancia de que sea el autor de todas ellas, por lo que decimos que fue el recopilador de las cantigas.

Las cantigas datan de mediados del siglo XIII y están escritas en lengua galaico-portuguesa, con una temática religiosa centrada en los milagros de la Virgen.

Se encuentran recogidas en cuatro códices, de los cuales el más importante está en el Monasterio del Escorial. En él podemos encontrar una gran multitud de ilustraciones en miniatura de instrumentos de la época, lo que conlleva a pensar que las Cantigas eran cantadas con acompañamiento improvisado instrumental.

Es música vocal interpretada por un coro de voces masculinas y un solista también masculina con acompañamiento instrumental de cuerda pulsada (un laúd o salterio), cuerda frotada (un rabel o una fídula), una flauta de pico y un tambor como percusión.

Nos encontramos ante una textura monódica, con una única línea melódica. A pesar de ser monodia, se utilizan diversos recursos heterofónicos como los ostinatos rítmicos o los bordones, improvisaciones sobre la melodía, adornos y doblaje de las melodías a la 8ª.

En referencia a la forma, podemos decir que es una forma binaria o virelai, interpretada de forma responsorial. Comienza con un preludio instrumental en la cual la cuerda frota realiza una variación de la melodía, a la cual se une más tarde la cuerda pulsada y la percusión realizando un ostinato rítmico, y el instrumento de viento realizando primeros 9 compases, interpretado por el coro de voces masculinas; acompañado del ostinato rítmico. Después encontramos la intervención del solista: la estrofa o parte B, también acompañada por el ostinato. Seguidamente hay un interludio, en el que una flauta de pico interpreta la melodía sobre el mismo ostinato; y finalmente se vuelve a repetir todo.

La melodía está escrita sobre el modo eclesiástico I o protus authenticus, cuya nota finalis es Re y la nota tenor La. Tiene un perfil ondulado, y la melodía se conduce básicamente por grados conjuntos, aunque en ocasiones se emplean saltos de 3ª o 4ª.  Tiene un ámbito melódico de 9ª (relativamente pequeño en comparación con composiciones posteriores); y es un canto silábico, con una única nota por sílaba en la mayor parte de la obra.

Mientras que el canto gregoriano tenía un ritmo prosódico, de la monodia profana musical es imprescindible resaltar su ritmo. Este está relacionado con el hecho de que las cantigas están escritas en verso, y su ritmo musical procede directamente de su métrica poética. De la cantiga se conoce con exactitud el ritmo ya que su notación era cuadrada mensural, es decir, que indicaba claramente la duración de las notas.

En la transcripción moderna encontramos un compás de 6/4, es decir, de subdivisión ternaria. Esta subdivisión es muy clara; sin embargo el compás no exactamente un 6/$. La cantiga se basa en una serie de patrones rítmicos, que se repiten de manera idéntica o con pequeñas variaciones durante toda la pieza, y que se encuentran indicados con las letras griegas alpha, beta y gamma.

La temática es claramente religiosa, se expone la idea de cómo un hombre es castigado por sus pecados quedando lisiado, pero tras realizar peregrinaje y arrepentirse de los mismos la Virgen le perdona y cura su dolencia.

A pesar de ser una temática religiosa no litúrgica, comparte características de la música profana trovadoresca,  que la distinguen claramente de la monodia religiosa y el canto llano.

La primera de estas características consiste en ser una melodía acompañada no cantada a capella; otra de ellas es que se trata de una letra en verso en la que se distingue claramente la estrofa y el estribillo, lo que da lugar a dos partes musicales diferenciadas. Por último, y como ya hemos comentado anteriormente, al ser poesía que contiene un pié métrico la composición posee un ritmo marcado, a diferencia del canto llano en el que la melodía era prosódica, y las notas carecían de duración determinada.

A todo ello se le suma el factor de la lengua: es una composición en lengua vernácula (lengua galaico-portuguesa), lo que hace de la cantiga un ejemplo de monodia civil.